El periodista y escritor Francisco
González Ledesma (Barcelona, 1927)
falleció ayer en Barcelona a los 87 años.
Considerado como uno de los padres de
la novela negra española, mientras
estudiaba Derecho publicó cientos de
novelas del Oeste en la editorial
Bruguera con el seudónimo Silver Kane.
Su primera novela de autor, Sombras
viejas recibió el Premio Internacional de
Novela, pero la censura prohibió su
publicación. No fue su único tropiezo con
la censura franquista. Como periodista
trabajó en El Correo Catalán y La
Vanguardia.
En 1984 ganó el Premio Planeta por Crónica sentimental en rojo. En Expediente Barcelona creó su
personaje del comisario Ricardo Méndez que le proporcionó una notable popularidad como autor de
novela negra y lo proyectó fuera de las fronteras españolas.
"No sé cuánto tiempo me queda para escribir. Probablemente, mi próxima novela será el último
Méndez y será más sentimental que nunca", explicó Francisco González Ledesma durante la
celebración, en octubre de 2009, del 25º aniversario de Crónica sentimental en rojo (1984), novela
en la que el inspector Ricardo Méndez entró en el olimpo de los detectives de ficción.
Con Una novela de barrio, el escritor obtuvo el primer Premio Internacional de Novela Negra RBA,
el mejor dotado del género en el mundo con 125.000 euros.
En 2013 publicó Peores maneras de
morir, la undécima y última novela de su detective, terminada mientras se recuperaba de un ictus
con un Méndez viejo que, en una maravillosa imagen del autor, patea una ciudad que ya no reconoce.
En 2007, el escritor explicaba a este diario que “Méndez me devolvió al género durante la Transición,
cuando España era una inmensa novela negra: aún hoy no sabemos bien quién estaba detrás del
golpe de Tejero; Adolfo Suárez me dijo una vez que había hasta un banco... Méndez es sobre todo
humano: detiene a un comunista pero es capaz de preocuparse por su familia. Uno está marcado por
las emociones de niño; en las escaleras de los barrios humildes, repletas de solidaridad y sufrimiento,
donde los hijos eran de todas las madres, debías creer en la gente a la fuerza. Todo eso que viví (y las
experiencias de cuatro polícias que traté) está trasladado a Méndez”. González Ledesma consideraba
que el periodismo era una gran academia de cinismo". "Sólo me faltó ser abogado, para ni creerme la
ley”, reflexionaba.
En 1966 fue uno de los doce fundadores del Grupo Democrático de Periodistas, asociación
clandestina durante la dictadura en defensa de la libertad de prensa. En 2010, la Generalitat le otorgó
la Creu de Sant Jordi por su trayectoria informativa y por la calidad de su obra.
De familia de periodistas, también lo son sus hijos Enric y Vicky. La capilla ardiente quedará
instalada a partir de las 15.00 en el tanatorio Sant Gervasi de Barcelona y está previsto que el funeral se oficie este martes a las 13.00 h.
El País, 2 de marzo de 2015
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