2 de març 2015

Muere el escritor y novelista Francisco González Ledesma

Impulsor de la novela negra y del Oeste, publicó más de mil títulos. Ganó el Planeta en 1984 por Crónica sentimental en rojo


No es fácil, desde luego, escribir más de novelas. Pues eso es lo que hizo el pilifacético escritor Francisco González Ledesma (1927-­2015), fallecido este lunes en Barcelona. Periodista, también, además de novelista, fue igualmente uno de los grandes impuslores de la novela negra en España, y un especialista en novelas populares del Oeste. Enrique Moriel, Silver Kane, Taylor Nummy y Silvia Valdemar, fueron sus habituales seudónimos. Además, escribió algunas novelas románticas con el nombre de Rosa Alcázar y Fernando Robles. El detective Méndez fue su personaje más popular. 

Se cuenta que ya a los cinco años contaba historias a cambio de merienda en el patio del colegio público donde estudiaba. Sus estudios fueron costeados por una tía que vivía en Zaragoza, y ya en el instituto Balmes barcelonés tuvo como profesor a Guillermo Díaz ­Plaja, que fue uno de sus mentores. Así, siendo un adolescente. empezó a llevar originales a la Editorial Molino. 

Novelista precoz, se inició escribiendo guiones de historietas para la editorial Bruguera y novelas del Oesteque publicaba a un ritmo de una a la semana, bajo el pseudónimo Silver Kane, lo que le proporciona oficio y recursos literarios, además de permitirle costearse la carrera de Derecho.

En 1948, con solo 21 años, ganó el Premio Internacional de Novela, instituido por el editor Josep Janés por su novela «Sombras viejas» y en cuyo jurado se encontraba Somerset Maugham y Walter Starkie. Sin embargo, la censura franquista prohibió su publicación, tildando a su autor de «rojo y «pornógrafo», lo que le sumió en el silencio como autor de novelas, aunque continuó con su producción de historietas. 

Se graduó en Derecho en 1950, dedicándose primero a la abogacía y, después, al periodismo, en «El Correo Catalán» y, durante 25 años, en «La Vanguardia», donde llegó a ser redactor jefe. Ambas profesiones le proporcionaron un buen conocimiento de la sociedad, de las calles de Barcelona, de los políticos y del mundo de las finanzas, que utilizaría en sus futuras novelas. 

En 1952 creó el prolífico seudónimo de Silver Kane, bajo el cual llegó a publicar casi una novela semanal. En total, habrá publicado unos mil títulos y muchas novelas de bolsillo con los seudónimos de Taylor Nummy, Rosa Alcázar y Fernando Robles. 

En la distancia larga 
Aunque también encontró tiempo para escribir novelas largas: «Los napoleones» (que también fue prohibida), «Las calles de nuestros padres» y «Expediente Barcelona», que sólo pudieron llegar a ser publicadas con la Transición política. En 1984 recibió el Premio Planeta por «Crónica sentimental en rojo lo que le supuso notable popularidad. 

Su novela «Expediente Barcelona» fue traducida y publicada por la prestigiosa editorial francesa Gallimard, lo cual le proporcionó un prestigio y éxito editorial en Francia muy superior del que goza en España, hasta el punto de que sus nuevas novelas aparecen publicadas antes en el país vecino. El protagonista de sus novelas, el comisario Ricardo Méndez, mezcla de escepticismo y pundonor, sigue los cánones del relato criminal. Méndez aparece por vez primera precisamente en «Expediente Barcelona» e inaugura una serie novelística que, junto a la propia ciudad de Barcelona, constituye el nexo central de sus novelas.

ABC, 2 de marzo de 2015