16 d’oct. 1984

Un abogado y un farmacéutico

Francisco González Ledesma nació en el barrio barcelonés de Poble Sec, en 1927. Estudió en Barcelona las carreras de Derecho y Periodismo, profesiones que ha ejercido al mismo tiempo que dedicaba su ocio a la creación literaria. Está casado y tiene tres hijos.A los 21 años, recibió el Premio Internacional de Novela Josep Janés por Sombras viejas, que no se publicó por problemas de censura. Lo mismo ocurrió con su segunda novela, Los napoleones que no apareció hasta 1977. En 1983, El expediente de Barcelona, finalista del Premio Blasco Ibañez. El pasado mes de mayo editó Plaza y Janés su último título, Las calles de nuestros padres, una crónica entre negra y sentimental de los barrios barceloneses.
La actividad periodística de González Ledesma se inició en El Correo Catalán y, en 1971, empezó a trabajar en La Vanguardia, donde es actualmente redactor jefe y articulista especializado en materia jurídica. También ha escrito estudios sobre temas jurídicos como El Dret català actual (El Derecho catalán actual). Una de las facetas de su trabajo como abogado le ha relacionado con el mundo editorial pues durante un tiempo fue asesor jurídico de Bruguera.
En 1978, recibió el premio concedido por la revista El Ciervo por sus artículos, El código de las ocho falacias. El jurado estaba compuesto por Joan Gomis, Miquel de Moragas, Josep Pernau y Joan de Sagarra.

El País Vasco

Al filo de los 50 años, Raúl Guerra Garrido es otro de los narradores españoles de hoy que han hecho de la literatura oficio gracias al beneficio que obtuvieron de otros menesteres. En su caso, se trata de la actividad industrial que ejerció en San Sebastián, ciudad donde reside desde hace bastantes años aunque nació en
Madrid. Doctorado en Farmacia, obtuvo una beca simbólica de 500 pesetas que le disuadió de dedicarse a la investigación pura y le obligó a buscar otras fuentes de ingresos compatibles con la irrenunciable vocación de escribir. Raúl Guerra consiguió el espaldarazo literario precisamente con otro premio de alcance nacional, el Nadal, que obtuvo, en 1977, por su novela, Lectura insólita de 'El Capital', historia del secuestro de un industrial vasco que es, a la vez, un análisis del proceso de industralización en Euskadi, del problema del terrorismo y de la situación de violencia cotidiana en este país. Otros premios que ha
recibido son: el Ciudad de San Sebastián, en 1968; el Ciudad de Oviedo, en 1972 y el Eulalio Ferrer, en 1973. En 1981, obtuvo el León Felipe, dotado con 250.000 pesetas por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, por su artículo Letra de médico publicado en El Socialista.
Los últimos títulos de Raúl Guerra son: Pluma de pavo real, tambor de piel de perro (1977), Copenhage no existe (1977), La costumbre de morir (1981) y Escrito en un dólar (1983). En ellos retorna sus temas característicos como la violencia en el País Vasco o el mundo de los empresarios industriales y explora
otros nuevos materiales y recursos; la crítica al american way of life o la crónica negra.


El País, 16 de octubre de 1984