Francisco González Ledesma (Barcelona 1927) es un escritor y periodista barcelonés que se dedicó primero a la abogacía y luego al periodismo en el periódico La Vanguardia hasta dedicarse por entero al género policial, es considerado como un Maestro de la novela negra española de corte social. Él creó al inspector Ricardo Méndez y son 11 libros los publicados; Peores maneras de morir es el onceavo , es el canto del cisne del inspector Méndez, su última aparición. González Ledesma ha tardado 3 años en escribirlo y estuvo a punto de no hacerlo porque fue fulminado por un ictus vascular, del cual por suerte se recuperó. Al igual que otros héroes librescos como Kurt Wallander, Hyeronimus Bosch u otros, el viejo y achacoso inspector Méndez ha logrado encariñar a sus miles de lectores con su humanidad llena de sabiduría popular y callejera, su propia justicia , su estómago reventado de beber vino peleón y sus pulmones calcinados por el tabaco negro y la polución urbana.
Hace mucho tiempo le leí la novela que le valió el Premio Planeta 1984, Crónica sentimental en rojo que me gustó porque era una historia entretenida, aunque complicada de asesinato de una chica a la que le cercenan un pecho y donde los asesinos están entre la gente más cercana. Era ésta la tercera publicación del ciclo del inspector Méndez y transcurre en la Barcelona vieja allá por los años 80.
Me ha gustado bastante Peores maneras de morir porque a pesar de la crudeza del relato, el lenguaje es paradójicamente muy poético y lleno de verdaderas reflexiones , sobre la vida actual en Barcelona, antigua urbe opulenta , pero que hoy en día se inscribe en la terrible crisis económica que aqueja a la península ibérica que no es otra cosa que una crisis-estafa con la subsecuente pobreza y desempleo.
Se trata de una historia de trata de blancas, especialmente de jóvenes eslavas traídas a España con engaños y reducidas a la esclavitud sexual más horrorosa. El tráfico de mujeres se haría bajo diversas entidades jurídicas que son hechas y deshechas en pocas horas en caso de peligro. Los poderes públicos son en parte corruptos y cobrarían coima por mantener los ojos cerrados. Nunca ha habido estadísticas fiables relativas a la trata de blancas porque es un negocio que se esconde en las transferencias bancarias, como nunca ha habido estadísticas fiables relativas a la prostitución porque es un negocio que se esconde en las camas. Son datos que pertenecen al mundo privado, al de las habitaciones cerradas y los recuerdos secretos y por eso no hay nada que sea medianamente exacto ni atraviese con su silencio las puertas de la verdad (pg 14).
Lo extraño del inspector Méndez es que él no cree en la justicia ni en la ley. Sólo cree en una especie de justicia de la calle porque él trabaja de la única forma que sabe hacerlo, patéandose las calles. Es muy empático con las víctimas aunque sean víctimas culpables. Él le pagó el entierro al único hombre que mató en el ejercicio de su trabajo; y también él le cuida los perros a un fulano que cumple condena por delito. Estamos ante un caso totalmente atípico de policía, por lo que es rechazado por sus otros colegas y superiores . Es un buen hombre, un sentimental sin futuro.
El estilo de González Ledesma:…Miró las dos casas en el silencio sideral de la noche. Antes, a aquella hora, siempre había bares abiertos que vendían una copa y mujeres de piernas largas que vendían a la vez una ilusión y una mentira, pero ahora no había más que sombras. seguramente la izquierda había dado grandes libertades, pero había quitado todas las pequeñas libertades, incluso la de fumar. Sin mujeres y sin tabaco se vive más años, según el Boletín Oficial. Claro que ésto lo pensaba Méndez porque no respetaba nada, y menos la virtud (pg 42).
Página 195 :...Todo hombre tiene fijación por un determinado tipo de mujer. Esa fijación la siente en el fondo de su intimidad y seguramente marca su vida, pero lo más probable es que no sepa explicarla. tampoco hace falta. En realidad las cosas que marcan la vida, como lo más profundo del sexo, no pueden explicarse nunca.
Otra reflexión de Méndez:…No existe ninguna regla sobre la atracción sexual que puede ofrecer una mujer, y probablemente esa regla no existirá nunca. Y es que la atracción sexual de una mujer no reside muchas veces en ella, sino en los recuerdos, los hábitos, las frustraciones y hasta los vicios que duermen en los cerebros de los hombres (pg 197). Todas las mujeres nacen iguales y mueren iguales, había leído una vez, de modo que no valen tanto la pena, pero en el camino de esas mujeres está el cerebro de los hombres (pg 199).
Sobre la gran urbe que es Barcelona:…-La ciudad, Méndez, está llena de cosas que han existido, y en las calles siempre hay alguien que las recuerda. por éso caminamos sobre el pasado y por eso el tiempo nos está esperando en las esquinas.
PEORES MANERAS DE MORIR, Planeta 2013, ISBN 978-84-08-03491-9
Pasión por la lectura, 2 de octubre de 2013
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada