Méndez es policía en Barcelona.
Forma parte de la vieja escuela, mil veces entrenado en los sótanos de la Vía Layetana. Trabaja sólo, se ocupa de la gente menuda, delincuentes de poca monta, "perseguidor de maricas, untador de confidentes, hostiador de nazarenos". Vigila bares y urinarios, sigue a las putas... Ya es demasiado viejo para ascender, siempre ha sido viejo. Hombre de principios, odia a los que hacen daño a los niños. Tiene un Colt de 1912 que usa más para amenazar que para disparar. No duda en emplear la violencia. Cree en cuatro cosas malolientes y angélicas: una ciudad, unas calles, una cierta cultura urbana y una cierta lógica de la noche. Deja escapar a algunos chorizos y toca el culo a las mujeres que vienen a agradecérselo. Conoce la calle mejor que los burócratas y abogados que a su entender componen el cuerpo de policía actual.
Viste un traje como para asistir a un funeral, libros en los bolsillos, marcas de ceniza en la corbata, caspa en las solapas. Solitario, mezquino, sufre reuma e impotencia.
Vive en la Calle Lancaster, en un apartamento con vistas al patio vecinal, al que se accede por la puerta de un bar. Sólo tiene una cama y un bidé, ni cocina, ni teléfono, ni televisión.
Méndez es un secundario en "Expediente Barcelona" apenas sale en dos páginas... La novela narra desde distintos puntos de vista la trayectoria de Ramón Masnou, el hijo de un empresario catalán.
En "Crónica sentimental en rojo" Méndez presta servicio durante el verano en la playa que va de Sant Salvador a Rosa de Berà. Una joven aparece ahogada y su pecho mutilado en casa de una juez. Una mujer muere poco a poco en un hospital y otra encarga el asesinato de su ex.
Comentario personal
Leí hace tiempo "Las calles de nuestros padres" y no me gustó nada. Para hacer la entrada de este personaje he leído "Expediente Barcelona", la novela me ha parecido un tostón insoportable lleno penes, vaginas, culos y anos. Empresarios que trabajan por el bien de sus trabajadores y a mayor gloria de España y Cataluña. Obreros que sólo quieren ganar dinero y follar con su mujer. Hermanos que se quieren follar a su hermana. Tíos que se lo hacen con su sobrina de 5 años... un horror.
Termino leyendo "Crónica sentimental en rojo" y más de lo mismo: pus, cirrosis y ladillas. La novela me ha resultado aburrida, larga, repetitiva, inconexa, con una obsesión excesiva por el sexo: travestis y homosexuales echando mano a todos los paquetes que se encuentran; mujeres objeto de una contemplación morbosa o sujeto de una actuación malvada; pobres hombres seducidos por frívolas ricas... Sólo me han resultado entretenidas algunas anécdotas de periodistas.
No me gusta el personaje de Méndez, su decrepitud me resulta repulsiva, su lenguaje me ofende: "era una mujer de las que no dan asco". Su autor, al que he tenido ocasión de escuchar en una conferencia y observar en una firma de libros, me parece una persona encantadora e inteligente pero su obra policíaca no me interesa.
Para comer: paella parellada, es decir, con el marisco ya mondado. Albóndigas, croquetas y canelones. Para beber: vino tinto, orujo gallego, cazalla y anís.
Libros de Méndez
- Expediente Barcelona, 1983
- Crónica sentimental en rojo, 1984
- Las calles de nuestros padres, 1984
- La Dama de Cachemira, 1986
- Historia de Dios en una esquina, 1991
- El pecado o algo parecido, 2002
- Cinco mujeres y media, 2005
- Méndez, 2006 - relatos
- Una novela de barrio, 2007
- No hay que morir dos veces, 2009
El autor
Francisco González Ledesma nació en el Poble Sec de Barcelona en 1927. Hijo de una familia republicana su familia tuvo dificultades en la postguerra.
En 1948, con 21 años, ganó el Premio Internacional de Novela con Sombras viejas. La obra es censurada por el régimen franquista y no se publica.
© Sophie Bassouls |
Entre 1947 y 1966 trabajó en la Editorial Bruguera. Utilizando el seudónimo de Silver Kane escribió cientos de novelas del oeste, ciencia-ficción e intriga. Llegó a escribir de 3 a 5 novelas al mes. Fue también guionista de los tebeos del Inspector Dan, el Doctor Niebla o el Teniente negro. Se graduó en Derecho a los 23 años y ejerció como abogado mientras estudiaba periodismo. Trabajó como asesor jurídico para El Correo Catalán y La Vanguardia, llegando a ser redactor jefe.
En 1966 fue uno de los doce fundadores del Grupo Democrático de Periodistas, asociación clandestina durante la dictadura en defensa de la libertad de prensa.
En 1977, con la consolidación de la democracia en España, publica Los Napoleones (escrito en 1964) y en 1983 Expediente Barcelona, novela con la que queda finalista del Premio Blasco Ibáñez y en la que aparece por vez primera el inspector Méndez. En 1984 obtiene el Premio Planeta con "Crónica sentimental en rojo" y la consagración definitiva.
A lo largo de su trayectoria ha recibido diferentes premios, el Planeta en 1984, el Pepe Carvalho, el Mystére, el RBA de Novela Negra. El último de ellos el José Luis Sampedro de Getafe Negro en 2011, donde se reconoce la excelencia y los valores humanistas de su trayectoria creadora.
Es padre del escritor y periodista Enric González.
Otros libros
- Sombras viejas, 1948
- El mosquetero azul, 1962
- Los Napoleones, 1977
- Soldados, 1985
- 42 Kilómetros de Compasión, 1986
- Los símbolos, 1987
- Cine Soledad, 1993
- El adoquín azul, 2002
- Tiempo de venganza, 2003
- Historia de mis calles, 2006 - autobiográfico
- La ciudad sin tiempo, 2007 - publicado con el pseudónimo de Enrique Muriel
- El candidato de Dios, 2008 - publicado con el pseudónimo de Enrique Muriel
Como Silver Kane
- Recuerdamé al morir, 2007 (Recuerdamé al morir, 1957, Yo el asesino, Millones de lucecitas, El asesino de las cinco en punto)
- La dama y el recuerdo, 2010
- Más de 400 novelas populares, algunas de ellas se pueden comprar en formato digital por 1 euro en su web
Tebeos
- El inspector Dan
- Dr. Muerte
- El Teniente Negro
Mis detectives favoritos, 19 de febrero de 2012
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