28 de gen. 2009

Le vampire Barcelone

S.V.

Le Vampire Barcelone ou Le vampire de Barcelone
Francisco Gonzàlez Ledesma
Traduit de l'espagnol par Christophe Josse
L'Atalante, 2008

Ce roman est écrit pour partie à la première personne. C'est l'histoire d'un vampire. Comme nous le savons tous, les vampires sont doués d'une longévité exceptionnelle. Celui-ci a vu le jour à Barcelone, au Moyen-Âge, pendant l'Inquisition qui sévissait sur toute Europe. Il a ainsi traversé les siècles depuis ces temps troubles jusqu'à nos jours. Il a vu les changements convulsifs de sa ville de Barcelone. Il témoigne.
Mais cette histoire est adossée à une autre, celle de Marta Vives, jeune stagiaire attirante et sportive, elle fait partie de l'équipe catalane de sut à la perche. Elle travaille dans le cabinet de Marcos Solana, avocat jeune et attirant, qui se veut sportif, il court tous les ans le marathon. Marta est également historienne, mais l'histoire ne remplit pas tous les jours l'assiette, c'est pour cela qu'elle travaille dans ce cabinet, car elle veut aussi devenir avocat. Mais en secret, la nuit ou lorsque ses multiples tâches lui en laissent le temps, elle fait des recherches sur sa famille, sa lignée: les Vives. Au cours de ces recherches, Marta s'apercevra que depuis toujours, les femmes Vives se sont révoltées contre la religion. Cette religion chrétienne omniprésente à Barcelone, ailleurs aussi, bien sûr. Marta va plonger dans l'histoire secrète de Barcelone, harceler les fantômes, remuer les pierres des sombres églises enfouies parmi les strates des époques passées. Le père Olavide va l'aider dans sa quête de la vérité sur sa famille.
Entre Marta et son patron vont se tisser des liens de confidence et de considération. Marcos laisse quelquefois aller son regard sur les jambes magnifiques de la stagiaire, mais il sent bien que cette femme n'est pas comme les autres. Les hommes ne l'attirent pas. Elle semble faite pour un autre destin. Marcos se jure bien de ne jamais chercher à offenser la jeune femme, elle lui est trop précieuse. Et elle est si cultivée, elle se passionne pour tout, s'intéresse à tout.
De chapitre en chapitre, le vampire et la stagiaire vont se renvoyer la balle pour faire découvrir cette Barcelone secrète que Ledesma chérit tant. Mais le roman ne s'arrête pas là. A travers la découberte de Barcelone, l'auteur catalan s'attaque de manière virulente à tous les fanatismes religieux (dépaints ici par le vampire) bien souvent responsables de nombreux conflits qui secouent et ont secoué la planète. Il renvoie dos à dos Dieu et le Diable, le Bien et le Mal, l'Obéissance et la Réflexion ou la Recherche (sur lesquels Marta s'interroge) dans une lutte sans merci.
Finalement, le temps va refermer les boucles. Marta va effleurer la vérité et se retrouver confrontée à son pire ennemi qui, comme elle-même, par famille interposée, a réussi à traverser les sièccles.
Lea vampire, qui doit changer de nom et disparaître à chaque époque sous peine d'être démasqué comme sorcier, bien sûr, puisqu'il ne vieillit pas, va connaître pour un moment un répit presque humain à sa profonde solitude, mais pour un instant seulement.
Là encore, la Vache vous a souvent parlé de Francisco Gonzàlez Ledesma. Nous avons essayé de suivre l'auteur dans ses romans, surtout ceux où intervenait Mendez, l'inspecteur serpent de Barcelone. Ce roman est un formidable cri d'amour pour une ville, et une grande révolte contre toutes les tyrannies, surtout celles engendrées par les religions.
Il est également, et ce n'est pas rien, formidablement écrit et formidablement construit.

La vache qui lit, 98, janvier 2009

27 de gen. 2009

"Si quieres escribir de verdad, tienes que empezar por creer en tus mitos"

Pilar Vera

Francisco González Ledesma habló, dentro del ciclo La Prensa en la Calle, de su última novela en la sede de la APC. "Siempre he sabido que pertenecía al bando de los perdedores", afirma

Las muchas letras sean probablemente señal de muchas vidas. González Ledesma es Silver Kane, y también es Enrique Moriel. Fue escritor de oficio, a novelita por semana en Bruguera, guionista, abogado, periodista, autor censurado, escritor de premios -Planeta, Hammet, Internacional de Novela Negra. Pocos cuentan con más historias. En la última de ellas, El candidato de Dios, desarrolla una fábula en la que mezcla iglesia, presidenciables, barras y estrellas.
-¿Cuándo empezó a escribir El candidato de Dios?
-Es una idea que tuve hace dos años, a raíz de haber escrito La ciudad sin tiempo. Como reacción, en Planeta me dijeron que les escribiera otra novela en un año. Y se me ocurrió esto, aunque era un tema difícil al que no sabía darle forma. Afortunadamente, conocía Estados Unidos y mi hijo, además, estaba allí como corresponsal de El País. Si no, hubiera sido muy difícil plantear una historia así, en la que se enfrentan el concepto de la Iglesia como estructura cerrada y reaccionaria y de Iglesia humanista.
-Una de las cosas que más se le repiten a Christian Earth, el personaje que intenta presentarse a presidente de EE.UU., es que es un predicador y no un político...
-Porque ser político es una profesión que exige estatus social, financiación, ingresos... y todo esto no lo tiene mi protagonista, que mantiene que la verdad es lo importante, diciendo cosas que son las que podría haber dicho Cristo en nuestros días... Parte un poco de la suposición de que las distintas personas de la Trinidad podrían ser muy diferentes. Como sucede entre el Dios violento y vengativo de la Biblia y el personaje conciliador que es el Cristo. En este caso, el Espíritu Santo está más preocupado por las estructuras y Cristo, por la verdad.
-Afirma: "La mentiras tienen que parecer verdad. Y ésa no es una frase cínica, pues con sólo un 40% de verdades ya se salva la moral".
-La experiencia de haber trabajado varios años como redactor jefe en La Vanguardia me sirve para decir que, si un político sólo me engaña un 60%, ya me parece respetabilísimo. Hay quien cree en política y quien cree en las personas. Yo creo en las personas, y eso se nota en el libro.
-Ejerció la abogacía...
-Ocurre que la realidad es gris y, como abogado, uno tiene que pintar siempre las cosas del color de su cliente. Hubo una ocasión... ¿puede contarte la historia?
-Sí, claro.
-Bueno, yo había sacado a la calle a muchos delincuentes pero hubo una vez en la que salvé a un claro culpable por un despiste del fiscal con las pruebas. Y el tipo me dijo que, bueno, que lo había puesto en una situación tremenda, porque en la cárcel tenía comida, techo seguro, y ahora no. Y a mí me dio cargo y le di dinero: 'Pero esto se lo devuelvo yo por niños', me aseguró. Y a los seis meses, increíblemente, me lo devolvió. 'Me alegro -le dije- porque eso quiere decir que estás trabajando'. 'No, qué va -contestó él-. Esto lo he robado'. Perfecto. Y encima yo no podía decir nada por secreto profesional. Una prueba más de que no podía seguir dedicándome a aquello... pero ya por entonces, había empezado a hacer Periodismo como alumno libre...
-Abogado y periodista. Habrá tenido ocasión de sobra de ver lo mejor de la fauna...
-Son profesiones que dan cierta riqueza mental y, además, a mí me ayudaron a salir de problemas muy graves. Yo tenía grado de capitán en el Ejército y, un día, me formaron Consejo de Guerra por hablar a mis soldados en catalán. Pero bueno, dijeron que era un "hombre de honor", qué tranquilidad...
-¿Qué tiene de predicador Barack Obama?
-Tiene mucho de predicador. En él, es muy curioso pensar de dónde ha salido, quién lo apoya. Es todo un misterio. No sé. Después supimos que Kennedy tenía tratos con la mafia, y probablemente por eso lo mataron. El atentado de Reagan pues también probablemente se debió a algún tipo de compromiso, ¿quién sabe los compromisos que tendrá Obama?
-¿Aquel a quien aman los dioses muere joven?
-Sí, los héroes suelen ser jóvenes para subrayar su leyenda. El general Burriel, al que fusilaron en Montjuic, pidió que le dejaran ir en zapatillas para quitárselas cuando lo fueran a ejecutar y poder sentir la tierra... Los jóvenes suelen ser, además, personas de gran generosidad. Ya ves, no tengo ya edad ni tiempo para ser un héroe.
-"Hay trabajos en los que vendes tu cuerpo, pero en otros vendes tu alma", ¿no es difícil separar?
-Hay diferencia. Mira, yo de joven trabajaba cargando maletas y me sentía liberado, porque sólo alquilaba mi fuerza. Pero después, como abogado y periodista, con mis pensamientos, era mucho más difícil...
-Ahí pesa el sentido de dignidad, si puedes o no mirarte al espejo...
-Sí, yo me hice la misma pregunta en una ocasión. Me miré al espejo y la persona que vi no me gustó. Cuando trabajaba en la editorial, les hacía contratos draconianos a escritores que eran mis amigos, y yo lo sabía -se emociona-. Y comprendí que no podía ser. Y pasé de abogado millonario a periodista precario. Con tres hijos.
-¿Cuándo supo que estaba del lado de los perdedores?
-Siempre lo he sabido, desde pequeño. Yo nací en un barrio humilde, donde la gente era pobre y la veías llorar. Para colmo, luego tuve todos esos problemas con la censura... yo mismo era un perdedor, y eso estaba muy claro.
-¿Hay mucha mitología en el oficio de escritor?
-Sí que la hay. Primero, empieza por ser mito uno mismo. Tienes que convencerte de que lo que piensas y dices es importante, aunque tengas la sensación de que no son más que tonterías... Si no tienes mitos, no escribes, y uno de ellos, tienes que ser tú. Y otros de esos mitos tienen que ser las cosas en las que crees. Eso, por supuesto, si quieres escribir de verdad. Si quieres hacer literatura comercial -y yo he hecho mucha, por ejemplo, como guionista- es otra cosa. Pero si no, tienes que creer en tus mitos.

Diario de Cádiz, 27 de enero de 2009

26 de gen. 2009

Lo que oculta Moriel

Francisco González Ledesma presenta esta tarde su libro 'El candidato de Dios' en la Asociación de la Prensa de Cádiz

Óscar Lobato

¿Enrique Moriel, dice? ¡Quiá! De eso nada, camarada.
El tipo no se llama así. Aunque a estas alturas, a saber cuál es su nombre. Puede que Francisco González Ledesma, un fulano nacido en Barcelona, allá por 1927. Bueno, en Barcelona no, en el Poble Sec, que no es igual. Al Poble, mandó la alta burguesía catalana a los obreros, a hacer chabolas y puñetas. No era plan que fastidiaran El Ensanche, con olores de guisotes, voces destempladas y efluvios de miseria.
Les encajonaron allí, en terreno militar, a la falda del Montjuïc, ocultos tras del puerto y los urinarios de los cabarés del Paralelo. La frontera ideal para nacer pobre, pasarlas canutas, acabar hecho un golfo o morir, explotado en un trabajo tan mal pagado como los de ahora (eso si te pagan). Ledesma era del Pueblo Seco avant la lettre, un vecindario sin pedigrí y con hambre. No habían nacido entonces la que iba a ser su aristocracia del barrio; Joan Manuel Serrat, Jaume Sisa y compañeros mártires.
Le salvó su imaginación. Fabulaba y escribía, muy suelto, desde chaval. Gracias a un tío suyo, curró de guionista de tebeos. Sí, sí; tebeos. Aquí, nadie decía aún comic con acento de bujarrona inglesa. De su pluma salieron personajes insólitos para la época: el Inspector Dan, Doctor Niebla… Demasiado tibios para unos años donde Roberto Alcázar tenía en busca y captura -por vagos y maleantes- a Zipi y Zape, a Pumby, o a Carpanta, siempre al borde del trullo, por reírse del hambre de post-guerra
Con las perrillas sacadas en eso y la ayuda de un pariente, Ledesma estudia Derecho. Se colegia de abogado y se especializa en derecho de la propiedad. El tipo sabía de un taco de derecho catalán, materia que, en su tierra, es piedra angular para las capitulaciones matrimoniales. Esas que firmaban matrimonios pudientes y con bienes a capitular. Cataluña siempre observó más la exención fiscal que los Diez Mandamientos.
De picapleitos, le fue bien. Ganó incluso un premio profesional, el Roda Ventura, "al abogado con más crédito moral". Pero un abogado con crédito moral es como un pistolero con parkinson. Así que inicia su caída al abismo y se pone a escribir. Con 21 años, Sombras viejas, una de sus novelas, gana el premio de un jurado, presidido por Somerset Maugham. En España, nunca se publicó. La censura la tildó de "pornográfica y roja". Además, ¿qué leches sabía Maugham de literatura? Hasta ahí cabía llegar. Sí apareció en Francia (la editó Gallimard, nada menos), país donde se le venera en el mismo altar que a Frédéric Dard y a Ponson du Terrail
A Ledesma, sólo le quedó Bruguera y las novelitas del Oeste. Escritura a destajo, por pasta. Una entrega semanal, para gozo del obrero. Los paletas, entonces, leían al bajar del andamio. Hoy, el fútbol y los cuernos televisados ya les entretienen de sobra. Por la americanofilia imperante se hizo llamar Silver Kane ¿Cómo iba a saber nada del Far West un tal Francisco González? Pero sabía. El tío arrasó. Hasta 400 historias, llegó a cascarse, en quince años. No sólo de vaqueros; de acción, policíacas…
Su segunda novela larga, Los Napoleones también es censurada, por idénticos motivos, en 1964. Total, el menda deja el foro y se pasa al periodismo (¡los hay con unos güevos!). Ejerce en El Correo Catalán y La Vanguardia, en donde llega a redactor jefe. El resto, pura historia. Gana un premio tras otro. Inventa al inspector Méndez, que le da para ir pasando al Carvalho de Montalbán, y acaba ganando el Planeta por Crónica sentimental en rojo. El Cosmos habría podido ganar. Sus veinte novelas largas muestran estilo de floretista campeón. Raudo. Directo. Párrafos con la belleza letal de orquídeas venenosas. Frases como sentencias. O como epitafios. Ironía calibre 357 mágnum
Esta tarde anda en Cádiz, camuflado bajo otro alias, Enrique Moriel. Tiene motivos para ocultarse. Su última obra, El candidato de Dios, trata el proceso electoral en EEUU. Para abrir boca, asesina al candidato mejor colocado en la carrera electoral. Luego, sin despeinarse, el fulano te mete en el libro, así como al desgaire, a Hillary Clinton y el propio Barack Obama. ¡Los hay zorros!

Diario de Cádiz, 26 de enero de 2009

16 de gen. 2009

[***] La ville intemporelle - Francisco Gonzalez Ledesma

Lou Piriou

La forme, parfois, a son importance, autant que le fond. Francisco Gonzalez Ledesma est un homme qui sait mettre les formes pour entraîner le lecteur dans les courbures de l’Histoire, et le tenir au chaud, au creux de sa main, pétrifié de curiosité et d’impatience…
La ville intemporelle ou le Vampire de Barcelone” est un ouvrage ensorcelant, joueur, profond, léger et brillant. L’encre de Ledesma sur les pages, c’est du caviar sur des toasts, du champagne dans une flûte glacée, du plaisir et de la finesse. Un style, peut-être pas aussi présent que d’autres écrivains, mais tout entier au service de cette histoire de barcelonais amoureux d’une ville chaude et lourde où se trament des milliers de destins qu’un vampire traverse avec la légèreté de son ombre.

› Synopsis :
Barcelone, aujourd’hui. Marta Vives, érudite et jeune assistante de l’avocat Marcos Solana, cherche à éclaircir la mort mystérieuse d’un riche Barcelonais, retrouvé exsangue. Au fil de ses recherches, Marta va s’immerger dans le passé, côtoyer des forces obscures et revivre l’affrontement qui a opposé sa famille pendant des siècles à une autre vieille lignée catalane : les Masdéu.Barcelone, toujours. L’inquiétant narrateur, vampire depuis des siècles, parcourt la ville du Moyen-âge à nos jours. Inquisition, développement et siège de la ville, révolutions, guerre civile, rien ne lui échappe…
Qu’on aime ou qu’on reste prudent face aux histoires de vampire, le roman de Francisco Gonzalez Ledesma est avant tout une plongée historique au cœur des vieux quartiers de Barcelone, dans le cœur révolté en permanence de ses habitants, et une enquête policière hors normes – Hors du temps.

› Extrait :
Je viens d’années sans frontières, de villes ensevelies, de cimetières qui me parlent, de chants dont nul n’a souvenir. Je viens d’un temps lointain. Quand je suis né, la grande plaine barcelonaise qui s’étendait au-delà des murailles gothiques était dévolue au vice. On. y trouvait des lupanars bon marché qui n’avaient pas été admis dans la ville close et décente, des bateleurs, toutes sortes de saltimbanques affamés, des mendiants et des hors-la-loi.Ma mère était une esclave. Il ne faut pas s’en étonner. Ce quelqu’un ait cherché à nous tuer tous les deux n’a rien d’étonnant là encore. Ce quelqu’un, c’était l’Autre. Je tairai son nom car il m’arrive souvent de le croiser.

Léché, soigné, mais aussi viscéral, tantôt détaché tantôt personnel, le Vampire de Barcelone ne laissera personne de marbre – La ville intemporelle elle, entraîne le lecteur que je sais que vous serez, dans les méandres des peurs les plus intimes, au cœur des feux millénaires alimentés par le doute et les superstitions.
Un livre à consommer sans modération aucune, à prêter, à lire, à relire surtout. Ledesma signe là un ouvrage à plusieurs profondeurs, abyssal.

» “La ville intemporelle ou le Vampire de Barcelone“, de Francisco Gonzalez Ledesma, 416 p., 21€ aux
éditions L’Atalante.

Acqua Tofana, 13 janvier 2009

5 de gen. 2009

¡Las calles de Silver Kane!

Odiseo

RESUMEN: A un periodista todo le va muy mal. Necesita cuanto antes encontrar el reportaje de su vida. Mientras lo busca, decide ir con una prostituta, con tan mala suerte que en realidad es un travesti y bajo su cama hay un cadáver. Se trata del cuerpo sin vida de María Teresa Pau, secretaria de un importante banquero que trafica con divisas a escala internacional. Será necesaria la intervención del inspector Méndez para solucionar el misterio y esclarecer los hechos. Todo un desafío para el muy particular y espectacular inspector Méndez.
COMENTARIO: Recuerdo que cuando estaba dando un paseo por cierta tienda de libros mis ojos se toparon con esta novela y leí: LAS CALLES DE NUESTROS PADRES: FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA”
Me dije: ¿González Ledesma? ¿Pero si ese no es el nombre verdadero de Silver Kane?
En efecto, tome la novela, le di un vistazo y por supuesto era una novela de mí siempre bien admirado Silver Kane… con poco más de 300 páginas o sea nada que ver con un bolsilibro. ¿Quién dijo que los escritores de bolsilibros ya no publicaban nada? La novela fue publicada hace apenas un par de años.
Tantee mis bolsillos, encontré en ellos un par de billetes, pregunte el precio y compre la novela. ¿Algún amante de los bolsilibros con sus cinco sentidos no habría hecho lo mismo?
Ese día llegue a encerrarme en mi habitación, convencido de que leería posiblemente una de las mejores novelas de Silver Kane…Sin embargo yo estaba equivocado, a medida que avanzaba mi lectura, me di cuenta que estaba frente al mejor trabajo novelístico que había leído en mi vida del gran Silver Kane.
¡PÓRTENSE BIEN Y BUSQUEN SIEMPRE MATERIAL DE SILVER KANE!
ÉSTE ES EL FINAL: Aquí encontramos lo mejor de Ledesma, alias Silver Kane, sin duda alguna, uno de los grandes escritores de España. Y como no soy egoísta, les dejó como de costumbre un pequeño regalo, se trata de una pequeña biografía de Silver Kane que viene en el interior de la novela... ¡Disfrútenla!
TITULO: LAS CALLES DE NUESTROS PADRES
AUTOR: FRANCISCO GONZÁLES LEDESMA (SILVER KANE)
COLECCIÓN: PUZZLE POLICIACA (Nº 133)
PORTADA: DYNAMIC DUO
EDITORIAL: LA FACTORÍA DE IDEAS, S.L.
PRIMERA EDICIÓN: JUNIO, 2006

Bolsi&Pulp, 5 de enero de 2009