El escritor catalán repasó en La Felguera las claves de su obra y sus recuerdos de infancia en Barcelona
M. Á. G.
Los desiertos de Texas, las estampas de la posguerra en España y los rincones escondidos de los barrios de Barcelona desfilaron el pasado viernes por la Casa de Cultura de La Felguera para dibujar el telón de fondo de la charla ofrecida por Francisco González Ledesma. El escritor catalán -curtido durante años en las novelas del Oeste y especializado después en el género negro- presentó su libro «Una novela de barrio» en un acto organizado por la Asociación Cauce del Nalón en colaboración con el Club La Nueva España en las Cuencas.
A lo largo de dos horas que parecieron un suspiro, González Ledesma habló de su infancia, de las claves de su obra y del sentimiento de orfandad ante la pérdida del espíritu de las calles entendido en su forma tradicional. «Antes en el barrio todos cuidaban de los hijos de todos. Existía un sentimiento de solidaridad que ha desaparecido», indicó. El autor catalán rememoró, además, los problemas con la censura franquista, que prohibió algunas de sus obras por «rojo» y «pornógrafo».
González Ledesma aludió a sus problemas con los personajes femeninos -«los pienso de una forma y me salen de otra»- y la ocasión en que Hitchcock se interesó por llevar al cine una de sus películas. Finalmente, el gremio de guionistas lo presionó para que no contratara a un autor extranjero. «Estuve a punto de ser rico, pero no pudo ser».
La Nueva España, 29 de enero de 2008
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