Rafa Marí
Qué une a Enrique Moriel, que acaba de publicar en Destino su primera novela, La ciudad sin tiempo , al veterano escritor y periodista Francisco González Ledesma (Barcelona, 1926; ganador del premio Planeta 1984 por Crónica sentimental en rojo, y a Silver Kane , que publicó un montón de novelistas del Oeste en los años cincuenta sesenta?
La pregunta puede desconcertar a muchos. En principio parece que tengan poco que ver un autor novel y ambicioso, un autor veterano que ganó hace 23 años un popular galardón y un autor de relatos de aluvión. Pues sí que tienen que ver. A Moriel, González Ledesma y Kane les une un mismo cuerpo: los tres son la misma persona. Al poeta portugués Fernando Pessoa también le gustaba mucho el camuflaje de inventarse nuevos personajes y hacerles escribir con personalidad propia, a veces muy distintas (en apariencia) a la suya.
El verdadero nombre de esta trinidad virtual es Francisco González Ledesma. Los otros son heterónimos. El escritor presentó el viernes en la Casa del Libro La ciudad sin tiempo , que salió a la calle en marzo sin que nadie supiera quién era Moriel. Pese a ello, en un mes se han vendido ya 60.000 ejemplares. Y continúa el tirón, ya que Destino prepara una nueva edición.
Aprendizaje de perro El novelista rememoró en Valencia su “aprendizaje de perro” escribiendo para Bruguera “dos novelas a la semana”. A destajo y mal pagado. “Le tengo cariño a Silver Kane, gracias a él aprendí a escribir”, dice Ledesma. La editorial le ponía tres condiciones: “Uno: los relatos tenían que atrapar al lector desde la primera página, lo que me llevó a conocer bien los mecanismos de la narración; dos, no debían rebasar las 80 páginas, y tres, nada de encontronazos con la censura”.
El argumento de La ciudad sin tiempo , noble best-seller a la española (González Ledesma-Moriel son ambos unos buenos escritores), comienza cuando una joven abogada, Marta Vives , tiene que ayudar a esclarecer la misteriosa muerte de un prohombre de la alta sociedad barcelonesa. Uno de los personajes es un vampiro intemporal. La cosa promete.
Qué une a Enrique Moriel, que acaba de publicar en Destino su primera novela, La ciudad sin tiempo , al veterano escritor y periodista Francisco González Ledesma (Barcelona, 1926; ganador del premio Planeta 1984 por Crónica sentimental en rojo, y a Silver Kane , que publicó un montón de novelistas del Oeste en los años cincuenta sesenta?
La pregunta puede desconcertar a muchos. En principio parece que tengan poco que ver un autor novel y ambicioso, un autor veterano que ganó hace 23 años un popular galardón y un autor de relatos de aluvión. Pues sí que tienen que ver. A Moriel, González Ledesma y Kane les une un mismo cuerpo: los tres son la misma persona. Al poeta portugués Fernando Pessoa también le gustaba mucho el camuflaje de inventarse nuevos personajes y hacerles escribir con personalidad propia, a veces muy distintas (en apariencia) a la suya.
El verdadero nombre de esta trinidad virtual es Francisco González Ledesma. Los otros son heterónimos. El escritor presentó el viernes en la Casa del Libro La ciudad sin tiempo , que salió a la calle en marzo sin que nadie supiera quién era Moriel. Pese a ello, en un mes se han vendido ya 60.000 ejemplares. Y continúa el tirón, ya que Destino prepara una nueva edición.
Aprendizaje de perro El novelista rememoró en Valencia su “aprendizaje de perro” escribiendo para Bruguera “dos novelas a la semana”. A destajo y mal pagado. “Le tengo cariño a Silver Kane, gracias a él aprendí a escribir”, dice Ledesma. La editorial le ponía tres condiciones: “Uno: los relatos tenían que atrapar al lector desde la primera página, lo que me llevó a conocer bien los mecanismos de la narración; dos, no debían rebasar las 80 páginas, y tres, nada de encontronazos con la censura”.
El argumento de La ciudad sin tiempo , noble best-seller a la española (González Ledesma-Moriel son ambos unos buenos escritores), comienza cuando una joven abogada, Marta Vives , tiene que ayudar a esclarecer la misteriosa muerte de un prohombre de la alta sociedad barcelonesa. Uno de los personajes es un vampiro intemporal. La cosa promete.
Las Provincias, 13 de junio de 2007
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