Europa Press
El periodista y escritor Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927) aseguró hoy que "cada vez es más fácil ambientar novela negra en Barcelona, Hay una desorganización social bastante notable en esta ciudad, o mejor dicho, un desorden moral, porque la desaparición de la familia tradicional hace que la calle cobre más importancia".
González Ledesma acaba de publicar 'El pecado o algo parecido' (Planeta), una nueva entrega de la saga del policía Méndez, un agente ya viejo que no cree en la ley oficial y opta por interpretar la justicia a su manera.
En declaraciones a Europa Press, González Ledesma señaló que "bajo las grandes ciudades hay un nido de desigualdades sociales, de problemas de todo tipo, y un nido de delincuencia porque llega gente continuamente". Para el escritor, todo esto "hace fácil ambientar novelas negras en Barcelona", y además, "las primeras novelas negras que escribí, las hice porque la ciudad me las sugería, casi no tenía que pensar en el argumento, porque los personajes que veía por la calle ya me permitían construir una cierta trama".
"Las novelas negras salen de las entrañas de la ciudad", dijo, pero para crear al personaje de Méndez, González Ledesma se inspiró en cuatro policías que conoció. Uno de ellos era un director general de la Policía, con quien tuvo que compartir durante una noche una cama de matrimonio. "Ninguno de los dos durmió, porque nos sentíamos la mar de raros", explicó el autor, "y se pasó la noche explicándome su vida de policía desengañado, de la gente que había detenido injustamente y de la inmensa piedad que a veces le ofrecía el mundo de la delincuencia".
Para Méndez, la Barcelona preolímpica daba más juego "porque la gente la consideraba más nuestra, había una vida en el Raval". "Eran gente catalana o castellana que residía allí. Se vivía peor que ahora, pero participaban de nuestra historia. En cambio ahora el barrio está lleno de moros e hindúes, que son de otra significación. El barrio está disfrazado", dijo el autor.
Madrid también fascina a González Ledesma como la capital catalana y también en ella se ambienta la novela. Madrid "tiene una serie de ironías que literariamente me atraen", explicó. Ricardo Méndez es un policía barcelonés ya viejo, a punto de jubilarse, con problemas de impotencia, al que encargan una misión en Madrid: evitar que se sepa la muerte de un hombre en un prostíbulo para así encubrir a los personajes públicos, empresarios, políticos y altos funcionarios que frecuentan los servicios que se ofrecen en este piso de la parte vieja de Madrid. "Para Méndez no existe la justicia oficial, y no cree prácticamente en las cárceles ni en la ley. Hay la ley de la calle", explicó González Ledesma.
González Ledesma también incluyó su personaje Méndez en 'Crónica sentimental en rojo', que obtuvo el Premio Planeta en 1984, o 'Las calles de nuestros padres', donde el agente adquiere pleno protagonismo siendo un hijo de los barrios bajos de Barcelona pero que, sin embargo, es un gran conocedor de los líos que afectan a la alta sociedad de Pedralbes.
Francisco González Ledesma trabajó en el diario 'La Vanguardia' entre 1971 y 1994, donde fue de jefe de nacional hasta editorialista, y también fue redactor jefe del ya desaparecido 'El Correo Catalán'. Es presidente del Consell de la Informació.
El periodista y escritor Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927) aseguró hoy que "cada vez es más fácil ambientar novela negra en Barcelona, Hay una desorganización social bastante notable en esta ciudad, o mejor dicho, un desorden moral, porque la desaparición de la familia tradicional hace que la calle cobre más importancia".
González Ledesma acaba de publicar 'El pecado o algo parecido' (Planeta), una nueva entrega de la saga del policía Méndez, un agente ya viejo que no cree en la ley oficial y opta por interpretar la justicia a su manera.
En declaraciones a Europa Press, González Ledesma señaló que "bajo las grandes ciudades hay un nido de desigualdades sociales, de problemas de todo tipo, y un nido de delincuencia porque llega gente continuamente". Para el escritor, todo esto "hace fácil ambientar novelas negras en Barcelona", y además, "las primeras novelas negras que escribí, las hice porque la ciudad me las sugería, casi no tenía que pensar en el argumento, porque los personajes que veía por la calle ya me permitían construir una cierta trama".
"Las novelas negras salen de las entrañas de la ciudad", dijo, pero para crear al personaje de Méndez, González Ledesma se inspiró en cuatro policías que conoció. Uno de ellos era un director general de la Policía, con quien tuvo que compartir durante una noche una cama de matrimonio. "Ninguno de los dos durmió, porque nos sentíamos la mar de raros", explicó el autor, "y se pasó la noche explicándome su vida de policía desengañado, de la gente que había detenido injustamente y de la inmensa piedad que a veces le ofrecía el mundo de la delincuencia".
Para Méndez, la Barcelona preolímpica daba más juego "porque la gente la consideraba más nuestra, había una vida en el Raval". "Eran gente catalana o castellana que residía allí. Se vivía peor que ahora, pero participaban de nuestra historia. En cambio ahora el barrio está lleno de moros e hindúes, que son de otra significación. El barrio está disfrazado", dijo el autor.
Madrid también fascina a González Ledesma como la capital catalana y también en ella se ambienta la novela. Madrid "tiene una serie de ironías que literariamente me atraen", explicó. Ricardo Méndez es un policía barcelonés ya viejo, a punto de jubilarse, con problemas de impotencia, al que encargan una misión en Madrid: evitar que se sepa la muerte de un hombre en un prostíbulo para así encubrir a los personajes públicos, empresarios, políticos y altos funcionarios que frecuentan los servicios que se ofrecen en este piso de la parte vieja de Madrid. "Para Méndez no existe la justicia oficial, y no cree prácticamente en las cárceles ni en la ley. Hay la ley de la calle", explicó González Ledesma.
González Ledesma también incluyó su personaje Méndez en 'Crónica sentimental en rojo', que obtuvo el Premio Planeta en 1984, o 'Las calles de nuestros padres', donde el agente adquiere pleno protagonismo siendo un hijo de los barrios bajos de Barcelona pero que, sin embargo, es un gran conocedor de los líos que afectan a la alta sociedad de Pedralbes.
Francisco González Ledesma trabajó en el diario 'La Vanguardia' entre 1971 y 1994, donde fue de jefe de nacional hasta editorialista, y también fue redactor jefe del ya desaparecido 'El Correo Catalán'. Es presidente del Consell de la Informació.
Europa Press, 4 de diciembre de 2002
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