23 de des. 2010

Una novela de barrio de Francisco Gonzalez Ledesma

González Ledesma se me había estado escapando entre los dedos desde hacia ya demasiado tiempo. Como cuando sabes que algo te va a gustar, pero decides prorrogarlo en el tiempo no sabiendo muy bien porque. Esta novela llevaba en mi montón de pendientes demasiado tiempo, tanto que incluso me avergonzaba un poco de ello. Y es que siempre me pasa igual, voy dejando novelas en el tiempo priorizando muchas veces las recién llegadas, que levante la mano a quien no le pase esto…
Francisco González Ledesma es de esos escritores de genero negro que prácticamente todo el mundo conoce; y los que no lo conocen es porque no han tenido demasiadas incursiones o no les ha interesado demasiado la facción mas negra de la literatura.
Ledesma esta considerado uno de los mas grandes escritores de novela negra de nuestro país. Uno de los mas grandes y uno de los mas veteranos. Su primera novela de la serie Méndez, Expediente Barcelona, fue publicada en 1983 e iniciaba así una serie de novelas policíacas con el comisario Ricardo Méndez como protagonista, todas ellas ambientadas en Barcelona. Sus novelas han recibido varios premios a lo largo de su larga carrera, el primero de ellos llegó con Crónica sentimental en rojo (1984), que recibió el Premio Planeta de Novela. Luego llegarían el Premio Mystère en el 85 y de nuevo en el 2005, Premio Hammett en el 2002, y el Premio Internacional de Novela Negra RBA en 2007 con Una novela de barrio. Por desgracia, en Francia esta casi mejor considerado como escritor que en nuestro país. Durante el franquismo escribió cerca de trescientas novelas de kiosco bajo el seudónimo de Silver Kane, lo que deja entrever la enorme imaginación y potencial de Ledesma.
Y por si todo eso fuera poco, el señor Ledesma es una persona amabilísima, agradable, agradecida y muy simpática. Tuve la oportunidad de conocerlo en la Semana más negra de Barcelona, eso es BCNegra 2010, en la que me firmo este ejemplar de Una novela de barrio y pudimos charlar un rato largo. Me confesó que esta novela es de las que mas le gustó escribir y que se sentía muy satisfecho con ella, hablamos sobre mi nombre, claro, y sobre algunas cosas mas… un tipo fantástico, sencillo y genial. Nadie diría al verlo, la mala leche que le impregna al comisario Méndez, joder….
Y ahora hablemos ya de la novela. Una novela de barrio es justo lo que esperaba, página a página; a veces tienes esa sensación, como he dicho antes, de estar ante algo que ya conoces, o al menos, que ya sabes que te va a gustar, eso me ha pasado con esta novela, es exactamente lo que esperaba. Y me ha encantado acertar.
Por un lado tenemos a un antiguo atracador de bancos que ha sido asesinado; ese antiguo atracador de bancos, junto a un compañero, mataron a un niño de tres años en el último golpe que llevaron a cavo antes de desaparecer. Uno pudo huir, el asesinado, pero el otro, el que asesinó al niño, fue capturado por la policía. Ahora muchos años después, uno de los atracadores es asesinado sangre fría, el huido, y el otro componente del atraco, que ya goza de libertad, ha vuelto a Barcelona después de años sin pisar la ciudad. Ante el asesinato de su compañero de atracos, el recién llegado teme por su vida y decide ir un paso por delante del asesino para salvar su vida, para eso a de matar a quien mato a su compañero, y ese no puede ser otro, que el padre del niño al que el mató. Y por el otro lado, tenemos a Méndez, el comisario de policía con métodos nada ortodoxos, que intentara deshacer esta maraña de recuerdos y venganzas, de sufrimiento almacenado durante años, de justicia impartida, de nenas y de violencia.
La trama es sencilla, puede que yo no me haya explicado demasiado bien, pero no es extremadamente difícil, no estamos ante una novela de giros imposibles, decenas de personajes o matices para los muy, muy observadores. Nada de eso. Y lo bueno es que a Ledesma todo eso no le hace falta. Ledesma arma una novela donde desde el principio nos da todas las claves, todos los personajes, todas las tramas, sin trampas, sin conejos salidos de una chistera, en eso me recuerda a MacDonald, Ledesma nos da incluso el asesino, al que seguiremos en todos sus pasos, sus pensamientos y sus acciones. Bueno nos da a todos los asesinos, porque esta es una novela de asesinos, de matones, de verdugos, unos por venganza, otros por miedo, otros por amor. Ledesma escribe muy bien, y escribe sin tapujos, y a mi eso me gusta, me gusta porque hace a los personajes reales, muy reales, los hace vivos, del barrio, sin artificios ni trucos literarios. En ocasiones Méndez es tan real que a fanfarrón no lo gana nadie, y es que Méndez es muy bueno como personaje. Méndez, un comisario a punto de jubilarse, descarado, de gatillo fácil, cínico e insolente, incomodo para sus superiores, un Harry el sucio Barcelonés, una delicia, un macarra al que se le coge cariño tan rápido que asusta un poco. Un pequeño infame que lleva de compañera de batallas una preciosa Colt 45.
¨Méndez estaba arriba, con su Colt 45 a punto. Una sola de sus balas no sólo podía cambiarle de sitio la cabeza, si no cambiar de sitio una pared
Ante todo, Ledesma es un perfecto conocedor de Barcelona, un perfecto retratador de Barcelona, pero no un retratador de la Barcelona lujosa y bonita que nos venden los alcaldes, si no de esa Barcelona de barrio, de calles estrechas, de sombras y de parques.
¨En el viejo barrio de Horta, como ya había observado Méndez con gran cansancio en sus pies, solo quedan unas cuantas torrecitas. Las calles antes tranquilas –de silla y tertulia- se han ampliado, pero con los bloques a ambos lados parecen mas estrechas que antes. Las asociaciones de vecinos luchan por un espacio de hierba, por una cloaca y por un semáforo. Los pájaros han emigrado, y los pocos poetas que vivían allí han sido expulsados por orden de la autoridad competente.
En fin, el progreso
Una novela de barrio me ha sorprendido por su gran dosis de denuncia impresa, impregnada en muchas de sus líneas, Ledesma a traves de Méndez denuncia esa Barcelona que se come su historia, esa Barcelona que olvida sus barrios y gentes y que apuesta por los hoteles, las avenidas, las tiendas y el dinero, una Barcelona voraz e imparable que va de la mano de sus mas íntimos cómplices, toda la clase política Barcelonesa. Esas partes en las que Méndez arremete contra esa otra Barcelona son deliciosas, geniales, novela negra social denunciante en toda regla, con tantas verdades que leerlo es un disfrute para todos aquellos a los que nos gusta perdernos por las calles mas estrechas de Barcelona, para todos a aquellos que estamos en contra de que Barcelona se convierta en la capital del consumo en Europa y esconda bajo la alfombra su historia y sus gentes. Ledesma tiene ese buen hacer para que toda la novela fluya, para que toda la historia vaya encajando poco a poco, desde diferentes visiones, todas ellas vistas por nosotros, sin que ningún mecanismo falle, para que no nos demos cuenta de que la denuncia esta implícita o en muchos caso explicita, para hacer una novela redonda de personajes excelentes y final intenso e intimo.
Una novela de barrio es exactamente eso, una novela de barrio, hilada con personajes sencillos, creíbles, con pasados duros y con futuros aun más duros, con decadencias, desilusiones y sueños rotos. Una novela que me ha gustado mucho, mas ahora al diseccionarla un poco y reflexionar, mas ahora que, conociendo esos barrios, se que puede ser una dolorosa realidad.
Como ya os he comentado, Una novela de barrio fue premiada en 2007 con el Premio Internacional de Novela Negra RBA.
Todo un acierto.

Viaje alrededor de una mesa, 23 de diciembre de 2010

12 de des. 2010

La mémoire de Barcelone.

Barcelone est décidément à l’honneur en cette fin d’année. Après Petra et Fermín, c’est au tour de l’immense Méndez de Francisco Gonzalez Ledesma de revenir dans Il ne faut pas mourir deux fois.
Quelque part, dans la banlieue de Barcelone, une gamine trisomique est prostituée par une vieille maquerelle. Gabri sort de 8 ans de prison, pour le meurtre du violeur de sa femme ; il est approché par Conde, riche industriel, pour abattre un homme. Sandra abat sont futur époux le jour de ses noces. Et Mendez, le vieux flic jamais retraité, enfreignant tous les ordres de sa hiérarchie (comme toujours) va retrouver les liens, protéger les innocents, confondre les pourris … Sans jamais arrêter personne, comme toujours.
Si vous voulez savoir comment fonctionne la police de Barcelone, comment se répartissent les rôles entre police nationale et police catalane, comment on obtient un mandat, le rôle des avocats etc. … Laissez tomber, ce roman n'est pas pour vous.
Si vous aimez les vieilles rues de Barcelone, si comme Mendez et Ledesma vous pensez que, lorsque plus personne ne se rappellera de vous vous mourrez un seconde fois, si vous aimez l'humour âpre de ce vieux flic, son humanité ; si un peu de tendresse ne vous fait pas peur … Précipitez-vous sans hésiter.
Toute la thématique de Ledesma, tout son travail de mémoire, roman après roman, pour que ne meurent pas la Barcelone populaire qu’il a tant aimé, les anonymes qui se sont battus aux heures les plus noires, les maîtres d’école qui ont continué à enseigner, les femmes qui ont lutté pour nourrir leur famille et conserver leur dignité … Toute ces choses qu’il ne veut pas oublier pour qu’elles ne meurent pas deux fois. Comme le dit un vieux communiste rencontré par Méndez :
« Je veux qu’on se souvienne de moi Méndez, après tout ce temps en prison, tout ces drapeaux disparus, que quelqu’un se souvienne que j’ai aussi été un homme, pas seulement un casier judiciaire. »
Un grand roman qui prend aux tripe, fait naître en quelques lignes le sourire, le dégoût, la haine et l'envie de pleurer. Un concentré d'humain chaleureux, qui tient chaud, même sous la neige ! Un roman où se côtoient le lyrisme, la poésie et le langage le plus prosaïque :
« Méndez affectionnait la salle des pas perdus. Il s’y engagea tel un matou et se dirigea vers la salle des toges, nimbée cet après-midi là d’une lueur douce et ambrée, apte à inspirer une sentence en vers. »
Suivi immanquablement quelques lignes plus loin par un « Putain Méndez », puisque c’est ainsi que tous ses collègues s’adressent à lui.
Bref, à lire absolument. Pour d’autres extraits représentatifs, vous pouvez aller chez Jeanjean.

Francisco Gonzalez Ledesma / Il ne faut pas mourir deux fois (No hay que morir dos veces, 2009), L’Atalante/insomniaques et ferroviaires (2010), traduit de l’espagnol par Christophe Josse.

actu-du-noir. Blog de JM Laherrère, 12 décembre 2010

7 de des. 2010

Cronaca sentimentale in rosso

Pino Cottogni

Un romanzo di un grande autore che con il suo stile inimitabile narra una storia avvincente che si svolge nella sua città: Barcellona.

Con la versatile penna del grande autore Francisco Gonzalez Ledesma, torna in azione il famoso ispettore Mendez nel romanzo Cronaca sentimentale in rosso (Cronica sentimental en rojo, 1984)., romanzo con il quale ha vinto il Premio Planeta nel 1984.

L’autore è nato a Barcellona nel 1927, e recentemente è al centro di una riscoperta e di un travolgente successo in Spagna e anche in molti altri paesi. Anche questo romanzo fa parte della serie dedicata all’ispettore Mendez che ormai ben conosciamo, un uomo che ha passato la maggior parte della sua vita per le strade di Barcellona di cui conosce ogni sordido vicolo, sempre alle prese con ladri e assassini, ma nonostante queste dure esperienze è rimasto ancora un puro dal cuore buono.

Anche questa volta l’autore ci offre un romanzo ricco di suspense, una storia sociale che affonda le sue radici nell’atmosfera di Barcellona, negli uffici dei suoi avvocati, nelle redazioni dei suoi quotidiani, nelle ville di chi ha davanti a sé un futuro — sotto forma di conto in banca — e nelle catapecchie di chi invece ha solo un passato — sotto forma di dossier della polizia.

Come sempre la protagonista è la città di Barcellona e questa volta l’ispettore Mendez è stato mandato a fare un lavoro certo non adatto al suo fiuto, deve controllare le spiagge e passa un po di tempo in un bar e dalla sua “postazione” ammira la bella Olvido Montal che prende il sole in topless.

Mendez conosce il nome della donna perchè è un giudice, e la Montal è alle prese con una eredità contesa, un grosso patrimonio che fa gola a vari pretendenti.

Mendez si trova coinvolto nella faccenda quando nella casa del giudice, che si trova vicina alla spiaggia viene ritrovato un seno (e questo potrebbe essere un macabro avvertimento) poco dopo viene ripescato a mare il corpo di una giovane donna mutilata, appunto di un seno

Anche questa volta l’autore ci offre un romanzo ricco di suspense, una storia sociale che affonda le sue radici nell’atmosfera di Barcellona, negli uffici dei suoi avvocati, nelle redazioni dei suoi quotidiani, nelle ville di chi ha davanti a sé un futuro — sotto forma di conto in banca — e nelle catapecchie di chi invece ha solo un passato — sotto forma di dossier della polizia.

L’autore:

Francisco Gonzàlez Ledesma è nato a Bar­cellona nel 1927. A ventun anni ha vinto il Premio Internazionale per il Romanzo con Tiempo de venganza assegnato da una giuria in cui erano presenti Somerset Maugham e Walter Starkie. Durante il franchismo ha scritto una serie di romanzi, censurati dal regime, che gli hanno permesso di ottenere il Premio Pianeta e per ben due volte il Pre­mio Mystère per il migliore romanzo stra­niero pubblicato in Francia. Caporedattore di «La Vanguardia», ha scritto, tra l'altro, Cronica sentimental en rojo, Premio Pianeta 1984, e Soldados. Con lo pseudonimo di Enrique Moriel, ha scritto La ciudad sin tiempo. Tra le sue opere Mistero di strada (Giano 2008), Premio Novela Negra 2007, Storia di un dio da marciapiede (Giano 2009), La dama del Kashmir (Giano 2009), Cinque donne e mezzo (Giunti, 2009).

la “quarta”:

Olvido Montal ha trovato casa a San Salvator, a Barcellona. Una casa con un cuore, come dice lei, con le pareti ocra e un piccolo cortile che si affaccia sulla sabbia della spiaggia e sui rumori del mare.

Qualche volta Olvido si azzarda a esibire il seno nudo su quella spiaggia di famiglie dove anche gli ombelichi hanno il certificato matrimoniale. Lo fa con naturalezza, portando a spasso sulla riva la sua alta statura, le sue gambe lunghe dalle cosce possenti, sode e dure.

Tra i piú esperti nell’osservazione di quelle grazie, c’è il vecchio poliziotto Méndez. Esiliato dal suo quartier generale in calle Nueva, espulso dal Quinto distretto di Barcellona, Méndez è stato assegnato alla sorveglianza dei lidi. Un lavoro da pensionati, qualche controllo di borseggiatori e piccoli spacciatori, qualche ispezione di alberghi e bar alla ricerca di scontate irregolarità.

Per fortuna Méndez lo nobilita trascorrendo il suo tempo al bar Can 60, un locale che conserva meravigliosamente l’aria di un rifugio di pescatori dediti a contemplare la vita che passa, con le sue pareti tirate a calce, le sedie decrepite, le brocche abituate a infiniti travasi di vini e accostamenti di sgombri, sardine e arselle.

In quel rifugio, perfetto per chiunque voglia avere l’eleganza di scegliere la propria morte nell’indifferenza piú assoluta del mondo, Méndez contempla la bella Olvido Montal.

Nell’istante in cui ha saputo che la donna è un giudice, Méndez è rimasto per un po’ deluso, poi ha trascorso i successivi dieci minuti a pensare come sarebbe stato stupendo averla con addosso la toga.

Quando è riuscito ad andare oltre queste delicatezze dello spirito, si è recato a porgerle i suoi rispetti, dato che è abbastanza spagnolo da credere nella virtú del corteggiamento. Strana casa quella del giudice. Porte nobili, ceramiche con marine, conchiglie, cofanetti di madreperla, specchi incorniciati di schiuma e, su uno di quei tavoli di pescatori fatti per accogliere caraffe e carte da gioco, un seno tagliato di netto, un morbido seno appena nato alla vita del sesso e dell’amore. Sì, avete capito bene, proprio il seno di una ragazza.

Quando il mare ha restituito il cadavere di una giovane donna senza, appunto, un seno, l’inchiesta si è fatta maledettamente scottante per Méndez.

Francisco Gonzalez Ledesma, Cronaca sentimentale in rosso (Cronica sentimental en rojo, 1984)
Traduzione Francesco Varanini
Giano, collana NeroGiano, pagg. 325, euro 17,00
ISBN 978-88-6251-064-6

SherlockMagazine, 7 dicembre 2010