26 de juny 2008

"Tinc simpatia per Hillary"

Antonio Baños

González Ledesma presenta "El candidato de Dios", una novel·la sobre els comicis nord-americans.

Dinar de premsa, nyam. Destino va convocar els nostres estòmacs al restaurant La Camarga. Pura cuina tecnoemocional, ja que això de dinar gratis sempre ha estat una tècnica d'allò més emocionant. El motiu estava justificat: presentació d'El candidato de Dios, la nova novel·la d'Enrique Moriel, l'heterònim de Francisco González Ledesma especialitzat en thrillers conspiratius. Els 17 comensals ens vam asseure en una taula gegant i oval i per això, més que una roda de premsa, allò semblaven les negociacions de pau d'una guerra balcànica. A la capçalera, l'editor Emili Rosales: "¿Creus que Déu vol ser president dels Estats Units? Així és com em va plantejar la novel·la Paco, ja que l'obra cobreix la campanya electoral d'un misteriós candidat que porta un missatge de pau". I diguin-me si no és significatiu el matís: Rosales va explicar que el relat transcorre en "una actualitat molt rabiosa" mentre que González Ledesma va preferir definir-lo com "rigorosa actualitat". Del rigor a la ràbia, del periodisme d'abans a la fúria d'avui.
En fi, que Ledesma va estar amabilíssim com sempre i ens va filtrar titulars de manera paternal: "Les eleccions als EUA són la gran festa de la màfia". "Tinc una simpatia sentimental per Hillary" o "Si continuo parlant no dinarem". Don Paco ens va recordar una sagaç frase d'aquesta senadora: "A les tiranies sempre manen els pitjors però en les democràcies de vegades els triem". Llavors Rosales es va aixecar, es va disculpar i va esgrimir la vaga del transport per anar-se'n de pressa i corrents, segons abans que li portessin l'entrecot. ¡Quin sentit del deure! ¡Quin poeta més asceta!
En el llibre es retrata un transsumpte de Jesús que es presenta a president auspiciat per un misteriós milionari en el paper del colom trinitari. Ledesma es va mostrar ressentit amb la jeraquia eclesiàstica i amb el mateix Déu Pare: "No entenc el seu paper. Mira que deixar morir el seu fill sense commoure's!" Això és passió de novel·lista pels personatges creíbles.

El Periódico, 26 de juny de 2008

24 de juny 2008

Moriel ambienta en las elecciones de EE.UU. una novela de intriga

Justo Barranco

El heterónimo de González Ledesma publica ´El candidato de Dios´

Si la primera novela de Enrique Moriel, La ciudad sin tiempo, estaba protagonizada por un vampiro que atravesaba la historia de Barcelona a lo largo de los siglos, revelando sus mitos y misterios, la segunda, El candidato de Dios (Destino), tiene como cabeza de cartel a unos personajes que no desmerecen al vampiro: podrían ser, aunque están bajo investigación, nada menos que Cristo, el Espíritu Santo y la Virgen María, y en este caso mostrarían los enfrentamientos entre distintas maneras de entender la religión; pero, sobre todo, revelarían los entresijos de las elecciones norteamericanas, que son "una gran fiesta mediática y cultural, pero también un gran festival de la mafia", asegura Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927), el conocido escritor de novela negra que publica ahora bajo el seudónimo de Enrique Moriel.
Ledesma, periodista, abogado y creador de la serie del comisario Méndez, utilizó con éxito el misterio para promocionar La ciudad sin tiempo, firmándola con el nombre de un personaje de su primera novela, Enrique Moriel. El misterio fue desvelado más tarde, cuando ya se había encaramado a las listas de libros más vendidos: ha colocado 100.000 ejemplares y vendido los derechos de traducción a 14 países. Y si aquella novela tenía como uno de sus protagonistas la ciudad de Barcelona, El candidato de Dios tiene a Nueva York como epicentro omnipresente en el que también se mezclan presente e historia, y en el que desfilan personajes como Hillary Clinton y Rudolph Giuliani. De hecho, la obra se ambienta en las actuales elecciones norteamericanas, en cuyas primarias aparece un peculiar candidato, Christian Earth, con un mensaje de concordia. Su madre, obrera del textil, se llama Mary; su supuesto padre, Joseph, y su padre real es un banquero oscuro que parece haber vivido en todas las épocas, Timothy Gaylor, Timoteo ( "el que honra a Dios"), quizá el Espíritu Santo.
¿Quiere ser Jesucristo presidente de Estados Unidos? ¿Quiere intervenir Dios en las elecciones norteamericanas, en el lugar más poderoso de la tierra? ¿Para qué? Son preguntas que se hallan en el origen de la novela, cuenta González Ledesma, y que dan lugar a choques entre una visión de la religión como amor a los hombres o bien como edificio poderoso, la iglesia de Roma. "Por un lado, la religión como doctrina dominante que quiere tener poder político, el famoso poder terrenal de la Iglesia, el Banco Ambrosiano, la Virgen colocada como figura auxiliar que sólo obedece. Pero, por otro lado, Juan XXIII y sacerdotes que se sacrifican", afirma.
Pero más allá de las disquisiciones religiosas, en la novela se explora, dice González Ledesma/Moriel, "la base oculta de las elecciones norteamericanas, el movimiento de dinero, el gran festival de la mafia. Ahí están los asesinatos no resueltos desde Lincoln hasta Kennedy, que quizá incumplió una promesa, el atentado de Reagan, las amenazas a Obama... Detrás del espectáculo cultural y mediático hay un mundo muy oscuro, muy apropiado para una novela negra", asegura el autor.
En ese sentido -y sin ocultar que Hillary Clinton le parece "fría y ambiciosa pero con grandes virtudes" y le habría gustado como presidenta-, el autor señala que "no se sabe bien de dónde ha salido Obama, cómo comenzó. Si de Kennedy y Roosevelt sabemos de su historia familiar anterior y de sus conexiones, a Obama no sabemos exactamente quién le ha impulsado y qué intereses representa, que evidentemente lo hace, pero son desconocidos. Un personaje interesantísimo para una novela", sonríe.

La Vanguardia, 24 de junio de 2008

Francisco González Ledesma convierte a Jesucristo en presidente de EEUU

Laura Fernández

Christian Earth vive en el Pensylvania, un motel de mala muerte, y no tiene un centavo, pero quiere ser presidente de los Estados Unidos. Sólo es otro de esos locos que cada cuatro años sueñan con dominar el mundo, piensa Goren, el hambriento perdedor que contrata para que le lleve la campaña electoral. Pero las cosas no siempre son lo que parecen. ¿Y si ese tipo, hijo de Mary y Joseph, apadrinado por un misterioso y huraño banquero que busca fortuna y poder, fuera Jesucristo? ¿Y si Jesucristo quisiese ser presidente de los Estados Unidos? De esa premisa parte la segunda novela que Francisco González Ledesma firma como Enrique Moriel: El candidato de Dios (Destino).
"Quizá ha sido la novela que más me ha costado escribir, pero la que más me ha aportado", dice González Ledema, que siempre se ha sentido atraído por el mundo de la religión y el abismo que separa el mensaje de Jesucristo y lo que la Iglesia ha hecho con él. "En la novela, el ansia de poder de la Iglesia, interesada en levantar un edificio para atesorar riquezas, está representada por el avaro banquero, que no es más que el Espíritu Santo, padre biológico de la criatura, que busca ostentar una posición de poder haciendo uso de su hijo, Jesucristo, que sólo quiere el bien para todos", explica el escritor. Con un envidiable estilo y una prosa que bebe y mucho de la mejor novela negra, género que el autor ha cultivado desde que tenía 15 años, Ledesma pone sobre la mesa, con claridad y un atractivo sorprendente, los mecanismos de construcción de poder y control de masas que la religión lleva desarrollando desde el principio de los tiempos.
"En realidad empecé a escribir esta novela hace ocho años, durante una campaña electoral, pero luego lo dejé. Cuando lo retomé, decidí ubicarla en la actual campaña de Estados Unidos porque me parece histórica. El hecho de que una mujer pudiera llegar a ser presidenta de, prácticamente, el mundo, me entusiasmaba. Lástima que ya no pueda ser", apunta González Ledesma, que cree que Barack Obama debería darle un puesto a Hillary Clinton en su equipo si no quiere que, desencantados, sus votantes se pasen al bando republicano. "Las elecciones en Estados Unidos son un festival mediático pero también son un festival de la mafia. Debe reunirse mucho dinero en muy poco tiempo y sólo hay una manera de conseguirlo", añade.
El escritor, que acaba de cumplir 81 años, conoce bien Nueva York y el proceso norteamericano. Ha pasado temporadas allí y, además, su hijo ha sido corresponsal en la ciudad durante anteriores campañas. "Todo lo que cuento es cierto", asegura. "Aquí, en España, sabemos de qué pie cojea cada partido, porque todos vienen de algún sitio, conocemos su pasado. Pero en Estados Unidos cada candidato representa a unas fuerzas determinadas y la mayor parte de las veces están escondidas. Por eso me inquieta Obama. No se sabe de dónde viene. De ahí que se crea que la mafia lo retirará si sale elegido, como pasó con Kennedy, que debió incumplir alguna promesa", concluye el escritor.

El Mundo, 24 de junio de 2008

González Ledesma intenta respondre a la qüestió «Jesucrist vol ser president?» a «El candidato de Dios»

V. Gaillard

La ciutat sin tiempo queda enrere i Enrique Moriel, àlies Francisco González Ledesma, ataca un tema de plena actualitat com són les eleccions presidencials nord-americanes. El candidato de Dios (Destino) intenta respondre a la pregunta «Jesucrist vol ser president?», una novel·la on apareixen personatges que representen Jesús –un candidat presidencial atípic–, la seva mare, Maria, el seu pare, Josep i el mateix Esperit Sant, sota el rostre d'un banquer totpoderós.
Si fa dos dies Eduardo Mendoza presentava una novel·la de gènere negre ambientada a l'antiga Roma amb un personatge inspirat en Jesús de Natzaret i la seva família (El asombroso viaje de Pomponio Flato), ara Francisco González Ledesma presenta un thriller que pren els mateixos personatges, però situats al Nova York actual i en plena campanya presidencial, un llibre que li va provocar una certa «angoixa física» quan l'escrivia, perquè tracta de la part més fosca d'aquests processos polítics.
Va començar a escriure'l ara fa 8 anys, després d'haver cobert dues campanyes nord-americanes i tenir un coneixement profund dels seus mecanismes. El seu fill, Enric González, també és corresponsal als Estats Units. Ledesma assegura que l'interessa moltíssim com a fenomen social. Com a fill de barri obrer que és, no va créixer en un entorn gaire devot, però en canvi es va educar en un col·legi religiós «dels antics».
Distingeix tres cares de la religió, les que representen Jesús, Déu i l'Esperit Sant. «He conegut molts creients i hi ha de tot, des de persones realment conscienciades amb el missatge cristià, fins a d'altres, com ara molts papes, que només volen el poder i que, com Pius XII, són autèntics criminals». L'autor barceloní ha tret la seva pròpia conclusió: «Quan la religió cristiana va fundar una doctrina i es va constituir l'Església a partir del seu reconeixement com a religió d'Estat per Constantí, estava cercant el poder polític.»
En el llibre, aquesta set de poder està encarnada per un banquer tèrbol i discret, Timothy Gaylor, que representa l'Esperit Sant, aquesta entitat tot poderosa de la Trinitat, i que serveix de contrapunt al candidat presidencial, Christian Earth, que predica l'amor, la fraternitat i la concòrdia. «Això de buscar la bondat en la política és un pecat», comenta Ledesma. La història d'intriga, en què hi ha un candidat assassinat, es complica quan surt a la llum que Earth és fill de Gaylor.
Altres personatges que apareixen a la novel·la són Hillary Clinton, per qui sent simpatia, atesa la seva «extrema sensibilitat, malgrat ser freda i ambiciosa», i Obama, un candidat que «no es pot identificar». Ledesma vaticina que guanyarà Obama, però li hauria fet gràcia que hagués guanyat una dona. «Si Obama oferís a Hillary Clinton un càrrec, tindria les eleccions guanyades.»

El Punt, 24 de juny de 2008

21 de juny 2008

Ledesma situa Déu al tron de la Casa Blanca

Ada Castells

Francisco González Ledesma té dues qualitats imprescindibles per ser periodista i novel·lista: manté la curiositat intacta i és molt treballador. Ara ens ofereix un nou lliurament amb el pseudònim d'Enrique Moriel. Es tracta d'El candidato de Dios (Destino), on fa una paradoxal barreja entre un thriller ambientat a Nova York durant la campanya de les actuals eleccions presidencials nord-americanes i la Santíssima Trinitat. Actualitat i eternitat.
Tal com feia a l'exitosa La ciudad sin tiempo, l'escriptor mostra els seus dots periodístics cenyint-se a l'actualitat informativa, però no renuncia a la tasca de seduir el lector a partir d'una intriga i convidar-lo a la reflexió amb anades i vingudes a mons mítics i al passat. La nova novel·la va partir d'una pregunta que potser ens hauríem de fer tots, mal que ens pesi: ¿vol Déu ser president dels EUA? Així, l'escriptor s'endinsa en una qüestió clau del nostre temps: les relacions entre el poder polític i el religiós.
La novel·la també li permet fer una crítica de la democràcia nord-americana i avisa que hauríem de mantenir una mirada crítica perquè "darrere dels candidats sempre hi ha interessos. Les eleccions es converteixen en el festival de la màfia i mouen milers de milions de dòlars. Són ideals per fer novel·la negra". Sap de què parla. Com a periodista ha cobert les eleccions dels Estats Units des de la redacció de La Vanguardia.

Avui, 21 de juny de 2008

20 de juny 2008

Enrique Moriel viaja con «El candidato de Dios» a la campaña norteamericana

Sergi Doria

BARCELONA. A estas alturas de las novelas, todo el mundo sabe quién es Enrique Moriel. Con este pseudónimo, Francisco González Ledesma firmó «La ciudad sin tiempo», un paseo por los siglos de Barcelona protagonizado por un epígono del conde de Saint Germain que lleva más de cien mil ejemplaros vendidos y ha sido traducido a catorce lenguas.
Referente incontestado de la novela negra nacional y periodista de referencia en el fait divers de los años del franquismo, González Ledesma se inventó a Moriel para pergeñar historias que permanecían inéditas en su larga ejecutoria de escritor. Un ejemplo es su última entrega editorial: «El candidato de Dios» (Destino), exponente de thriller internacional político-religioso. con una trama que transita de la sinuosa Barcelona medieval de su anterior novela al geométrico skyline de Manhattan.
Jesucristo en Manhattan
«El candidato de Dios» narra la peripecia de Christian Earth, un candidato bienintencionado que postula la concordia humana, la paz y la armonía con la naturaleza, postulados loables, pero con un ínfimo mercado electoral. La historia le permite al autor revelar el lado más oscuro de las elecciones estadounidenses y plantear un provocador dilema: «Quiere Jesucristo ser presidente de los Estados Unidos?».
La escritura de «El candidato de Dios», explica González Ledesma, transcurrió en paralelo con las primarias y en la trama aparecen Rudolph Giuliani, Obama o Hillary Clinton, abordados desde una mirada crítica hacia el maridaje entre política y religión que ha dominado en los últimos años la estrategia política norteamericana.
Para González Ledesma, las elecciones del país más poderoso del mundo «son una fiesta mediática, pero mantienen una base oculta de dinero clandestino que no se sabe de donde viene o procede de la mafia». Partidario de los demócratas, y de Hillary más que de Obama, el autor de «El candidato de Dios» suscribe una frase de la que fue primera dama: «En las tiranías siempre mandan los peores, pero en las democracias a veces los elegimos». Cree que Obama ganará las elecciones, aunque desconoce «su doctrina, sus apoyos y los intereses que representa».

ABC, 20 de junio de 2008

Ledesma publica la novela negra `El candidato de Dios´

EFE

El escritor barcelonés Francisco González Ledesma traslada la santísima trinidad a un argumento de novela negra en su última obra, `El candidato de Dios´, ambientada en Nueva York en plena campaña de las actuales elecciones presidenciales norteamericanas. Al no ser una nueva entrega de su comisario Méndez, González Ledesma firma `El candidato de Dios´ (Ediciones Destino) con su seudónimo de Enrique Moriel. Se trata de una novela que pasa en la actualidad, pero que tiene unos vectores narrativos, espacios e ideas que remiten al lector a un pasado, a veces histórico y otras mítico.

Diario de Ibiza, 20 de junio de 2008

19 de juny 2008

Ledesma lleva la santa trinidad a la novela negra en "El candidato de Dios"

EFE

El escritor barcelonés Francisco González Ledesma traslada la santísima trinidad a un argumento de novela negra en su última obra, "El candidato de Dios", ambientada en Nueva York en plena campaña de las actuales elecciones presidenciales norteamericanas.
Al no ser una nueva entrega de su comisario Méndez, González Ledesma firma "El candidato de Dios" (Ediciones Destino) con su seudónimo de Enrique Moriel.
Se trata de una novela que pasa en la actualidad, pero que tiene unos vectores narrativos, espacios e ideas que remiten al lector a un pasado, a veces histórico y otras mítico, como pasaba en el anterior libro de Moriel, "La ciudad sin tiempo".
La gran diferencia es que en la anterior el marco era Barcelona, y en esta nueva aventura González Ledesma se traslada a Nueva York, una ciudad que conoce muy bien, ya que en ella ha rodado una película y, como periodista, ha cubierto desde Barcelona varias elecciones estadounidenses.
A ese bagaje se suma la experiencia acumulada por su hijo, el periodista Enric González, como corresponsal de El País, que ha cubierto en directo diversas campañas.
En la presentación, González Ledesma ha confesado que la novela parte de una pregunta: "¿Quiere Dios ser presidente de EEUU?, o lo que es lo mismo, qué interés tiene o podría tener la religión en el poder político del país más poderoso del mundo".
En el arranque de la novela, un personaje recibe el encargo de llevar los asuntos de prensa y relaciones públicas de un candidato marginal, uno de esos tipos estrafalarios que dan un nota pintoresca a las campañas antes de que se impongan los verdaderos candidatos, los que cuentan con dinero y posibilidades reales de ganar.
La acción de intriga se articula en torno a dos polos argumentales: un extraño candidato, Christian Earth, que predica un mensaje de amor, concordia y fraternidad que es improbable que pueda ganar, y que podría ser identificado como Jesucristo, y un poderoso banquero, Timothy (Timo-teo), al que se podría equiparar al espíritu santo.
El padre, aclara Ledesma, no aparece en la novela, aunque representa que ha enviado al hijo a la tierra para que predique la concordia entre los hombres, "una figura que me parece terrible, pues no hay nada peor que un padre que se desentiende de lo que pueda sucederle a su hijo".
Mezclados con los personajes de ficción, aparecen en la novela otros reales como Hillary Clinton o Rudolph Giuliani.
Para completar esa metáfora religiosa, los padres de Christian son Joseph, un modesto carpintero, y Mary, una obrera de los talleres de confección barata del sur de Manhattan, obediente, que acepta tener un hijo con el poderoso.
A juicio del autor, "la base oculta de las finanzas que se mueve en las elecciones norteamericanas, que se convierten en el festival de la mafia, en las que se mueven miles de millones de dólares, constituyen un mundo oscuro ideal para construir una trama negra".

Metro, 19 de junio de 2008